Y cómo no amarlas si son tan bellas,
Mujeres hermosas me hallé con ellas
De pronto a solas, me sentí afectado,
De su compañía necesitado.
De su piel bronceada que me ajusta bien,
En blanco bikini sin mirar a quién
Hechiza al vigía que se ve varado
Tan comprometido a seguir su paso.
Llenándome el día de mar y sol,
De arena que raspa en el bañador.
Cuando rompe la ola y escupe en la playa
Lo poco que dejas para la malla.
Camino a casa, por secarme un poco
Me meto a un antro buscando reposo.
Salvaje ante mí la mítica loba
Con malicia se acomoda.
Con una copa nos llevamos bien
Con dos y tres garantiza el después,
Un movimiento y ya me tiene arriba
Domina y abajo, se agrió el tequila.
Decido salir me encuentro en la calle,
A la nevería bien que lo vale.
Dulce tentación pido de limón,
La nena con correcta invitación.
Emana sutil encanto, ternura,
Voy pido su mano y la entregan toda.
Sencillez genuina no me la acabo,
Ni donde ponerla ocupa mucho espacio.
Desesperado me fui a mi chalé,
Fino nuevo decorado encontré.
¿Champagne mademoiselle? Con suma elegancia
Cruzó las piernas cual enredadera.
Pidió su equipaje, renovó atuendo,
Buena cena, buen vino degustando.
En cuatro minutos al vuelo gana
Libra excedida, no pasa aduana.
Usualmente vivo desprevenido
Doy cuenta de ello cuando sin sentirlo
Me encuentro zampado en mieles y esencias,
A seguir la charla a apetecer de ellas.
DE BOCA DE JUAN
Lourdes Ayala
Mujeres hermosas me hallé con ellas
De pronto a solas, me sentí afectado,
De su compañía necesitado.
De su piel bronceada que me ajusta bien,
En blanco bikini sin mirar a quién
Hechiza al vigía que se ve varado
Tan comprometido a seguir su paso.
Llenándome el día de mar y sol,
De arena que raspa en el bañador.
Cuando rompe la ola y escupe en la playa
Lo poco que dejas para la malla.
Camino a casa, por secarme un poco
Me meto a un antro buscando reposo.
Salvaje ante mí la mítica loba
Con malicia se acomoda.
Con una copa nos llevamos bien
Con dos y tres garantiza el después,
Un movimiento y ya me tiene arriba
Domina y abajo, se agrió el tequila.
Decido salir me encuentro en la calle,
A la nevería bien que lo vale.
Dulce tentación pido de limón,
La nena con correcta invitación.
Emana sutil encanto, ternura,
Voy pido su mano y la entregan toda.
Sencillez genuina no me la acabo,
Ni donde ponerla ocupa mucho espacio.
Desesperado me fui a mi chalé,
Fino nuevo decorado encontré.
¿Champagne mademoiselle? Con suma elegancia
Cruzó las piernas cual enredadera.
Pidió su equipaje, renovó atuendo,
Buena cena, buen vino degustando.
En cuatro minutos al vuelo gana
Libra excedida, no pasa aduana.
Usualmente vivo desprevenido
Doy cuenta de ello cuando sin sentirlo
Me encuentro zampado en mieles y esencias,
A seguir la charla a apetecer de ellas.
DE BOCA DE JUAN
Lourdes Ayala
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